Si eres amante del picante, esta noticia te va a gustar: un estudio reciente encontró que cuando los platos eran moderadamente picantes, las personas comieron entre un 11 % y un 18 % menos y, además, lo hicieron más despacio, ¡sin dejar de disfrutar la comida!

El responsable de este efecto es la capsaicina, el compuesto que le da ese característico “ardor” al picante. 🔥

Beneficios de la capsaicina

La ciencia le atribuye varios efectos interesantes:

  • Reduce la velocidad al comer → favorece la saciedad.
  • Propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.
  • Estimula la termogénesis, es decir, un pequeño aumento temporal del metabolismo.

☝🏽 Eso sí: no es magia ni un “quemagrasa” milagroso, simplemente puede ser un apoyo dentro de un estilo de vida saludable.

⚠️ Además, no todas las personas lo toleran igual: si sufres reflujo, colon irritable u otros problemas digestivos, mejor moderar o evitar el picante.

¿Dónde se encuentra la capsaicina?

Puedes incorporarla fácilmente en tu dieta a través de:

  • Chiles frescos: jalapeño, habanero, serrano, guindilla, cayena o ají (especialmente en las semillas y venas blancas internas).
  • Pimientos en polvo: paprika picante, cayena molida, chile en polvo.
  • Salsas picantes a base de chiles.
  • Aceites infusionados con chile, muy usados en la cocina asiática.

Dato curioso: cuanto más pequeño y picante es el chile, más capsaicina suele tener. 🌶️🔥

¿Te pica la curiosidad? Para inspirarte y discubrir a cómo usar los distintos tipos de picantes, échale un vistazo a esta Guía de picantes: cómo usar los ajíes, chiles y guindillas más populares del mundo