Los medicamentos agonistas del receptor GLP-1, como semaglutida (Ozempic, Wegovy) o liraglutida (Saxenda), han demostrado ser efectivos para la pérdida de peso y la mejora de varios indicadores metabólicos, como la glucosa y los niveles de triglicéridos.
Sin embargo, estudios recientes advierten que la rápida pérdida de peso inducida por estos tratamientos puede tener efectos negativos sobre la masa ósea si no se toman ciertas precauciones.
¿Por qué puede verse afectada la salud ósea?
Cuando se pierde peso rápidamente, no solo se pierde grasa: también se pierde masa muscular y, en algunos casos, densidad mineral ósea. El músculo juega un rol clave en la salud del hueso. Al contraerse, ejerce una tensión mecánica que estimula a los osteoblastos, las células encargadas de formar nuevo tejido óseo. Sin suficiente masa muscular, esa estimulación se reduce, y el hueso se debilita más fácilmente.
La pérdida de densidad ósea aumenta el riesgo de fracturas, especialmente en personas mayores de 50 años, en menopausia, con antecedentes familiares de osteoporosis, o con bajo peso corporal.
Lo que dice la evidencia
Un estudio reciente publicado en JAMA Network Open (2024) evaluó a personas en tratamiento con agonistas de GLP-1 y encontró que aquellas que combinaban el medicamento con ejercicio de resistencia lograban mantener mejor su densidad ósea, en comparación con quienes solo seguían el tratamiento farmacológico. Esto resalta la importancia de un abordaje integral para la pérdida de peso, que contemple también la salud ósea.
Si estás usando agonistas de GLP-1, estos son los pilares para cuidar tus huesos:
Ejercicio con carga
Realiza ejercicios de resistencia (pesas, bandas elásticas, pilates con carga) al menos 2-3 veces por semana. Este tipo de actividad estimula la formación ósea y ayuda a preservar la masa muscular.
Asegura tu ingesta de calcio y vitamina D
El calcio es el mineral estructural del hueso. Puedes obtenerlo de lácteos, vegetales de hoja verde, almendras y bebidas vegetales fortificadas.
La vitamina D es clave para absorber ese calcio y regular la remodelación ósea. Se obtiene a través del sol y de algunos alimentos como pescados grasos, huevos o suplementos si hay deficiencia.
Hazte controles periódicos
La densitometría ósea (DXA) mide la densidad del hueso, generalmente en cadera y columna lumbar. Se recomienda cada 1 a 2 años si estás en tratamiento con GLP-1 y tienes factores de riesgo como menopausia, antecedentes de fractura, bajo peso o fluctuaciones importantes de peso a lo largo de los años.
Evalúa tus niveles de vitamina D
Conocer tus niveles de vitamina D y ajustar tu alimentación o suplementación según corresponda es clave para evitar deficiencias silenciosas que debiliten el hueso.
Los medicamentos GLP-1 son una herramienta poderosa para mejorar la salud metabólica y perder peso. Pero para que el tratamiento sea realmente completo, es fundamental cuidar también la salud del hueso. Incorporar ejercicio, buena alimentación y controles regulares es la mejor forma de lograr un descenso de peso saludable y sostenible, sin sacrificar tu masa ósea en el camino.