¿Qué me llevo de Copenhague?

La certeza de que los daneses tienen un estilo de vida envidiable.

Así como la omnipresencia de los ultraprocesados nos enferma, la dependencia del carro nos resta vida. 😏

En un mundo donde la contaminación, el aislamiento y el sedentarismo son preocupaciones crecientes para la salud, contar con una planificación urbana del calibre de esta ciudad es como contar con una vacuna para contrarrestar muchas enfermedades físicas y mentales.

Mi experiencia en la capital danesa fue reveladora. Moverme en bicicleta por una semana (sin hacer deporte) mientras visitaba museos y otros lugares de interés fue una herramienta invaluable para mantenerme en forma y explorar cada rincón de la ciudad.

Sé que no está en nuestras manos cambiar la infraestructura urbana, pero cada uno de nosotros puede hacer pequeños cambios a diario para moverse más y fomentar un mayor sentido de conexión con el entorno.

Podemos planificar encuentros que no impliquen sentarse a beber en un bar, y cuando el clima lo permite, pasar más tiempo fuera de casa moviéndonos. Porque el movimiento reduce el estrés, mejora el estado de ánimo y fortalece los lazos sociales. 😎

lago

noche

estacionamiento

cementerio

puente