Los diferentes eventos de la vida, así como las vacaciones, las semanas con muchos compromisos y los viajes de trabajo, pueden desviarte de una dieta saludable. Son eventos fuera de tu rutina en los que posiblemente quieras alimentarte bien y con conciencia plena, pero entre una cosa y otra se complica. Pierdes el control. No pasa nada si es ocurre de manera puntual. Sin embargo, cuando ciertos hábitos se repiten con frecuencia, puede ser útil desarrollar estrategias sencillas que te ayuden a sentirte mejor y más en control.
Parada improvisada para comer algo rápido:
Si te detuviste a comprar algo to go de camino a casa desde el trabajo, tal vez fue porque no fuiste al supermercado en el fin de semana. Programa tus compras de alimentos de forma semanal para evitar tanta comedera fuera.
Snacks poco saludables de la máquina expendedora:
Puede ser una señal de que tu cuerpo necesita energía entre comidas. Llevar una merienda preparada desde casa, como un puñado de nueces o una fruta, es una manera simple de cuidarte y evitar quedarte sin opciones.
Comer de más en el restaurante:
Muchas veces ocurre porque llegaste con mucha hambre. La próxima vez, come una merienda balanceada a media tarde. Una merienda saciante que contenga carbohidratos complejos (ricos en fibra) y proteínas, y come una fruta de camino al restaurante. Esto te facilitará tomar mejores decisiones y evitar estropear tu dieta sin querer hacerlo. Y ten cuidado con con quién comes. Sentarse a la mesa con personas que comen en exceso puede hacerte sentir cómoda rompiendo tus hábitos saludables. No se trata de evitarlas del todo, pero sí de tenerlo en cuenta.
Saltarte el desayuno por la prisa:
Si no pudiste desayunar porque ibas con prisa y, como resultado, si te diste un atracón en el almuerzo, adelanta tu alarma de la mañana por unos 15 minutos para tener tiempo para desayunar.
Picoteo frente al televisor después de cenar:
Si terminaste munchando galletas o helado frente al televisor después de la cena, sé consciente sobre tener fácil acceso a estos alimentos en casa. Out of sight, out of mind. Ya tienes suficientes alternativas como estas en la calle, protégete y no lleves al enemigo a casa.
Pocas frutas y vegetales en el día:
Abastecerte de productos frescos y llevarlos contigo puede marcar la diferencia. Una fruta como postre después del almuerzo, por ejemplo, puede ayudarte a sentirte saciada y reducir el deseo de buscar dulces extras.