El café no afecta a todas las personas del mismo modo. Es importante dejar claro esto.
Es poco probable que beberte el café en ayunas cause daño a tu estómago. El aparato digestivo tiene muchas maneras de protegerse. Por ejemplo, secretando una mucosidad que sirve como protector entre el recubrimiento del estómago y lo que ingieres. De hecho, esa misma capa también protege al estómago de sus propios jugos digestivos.
Al beber café, se desencadena la producción de ácido estomacal, y si tienes ‘algo’ en el estómago o si tomas el café con leche o bebida vegetal, eso mismo servirá como amortiguador que neutraliza el ácido.
¿Y si bebo el café negro?
Al no tener un amortiguador habrá un pH ligeramente más bajo. Esto no supone un problema para el estómago, pero sí para el esófago ya que, a diferencia de este órgano, no cuenta con una protección. De hecho, el café puede relajar y abrir el esfínter que conecta el esófago y el estómago, provocando síntomas incomodos de acidez.
Dicho esto, si te preocupa la acidez estomacal o si tienes problemas de reflujo, conviene que bebas el café junto a un alimento o mezclado con alguna bebida. Si no tienes problemas de acidez puedes beberlo negro si así gustas.
Y, por último, ten en cuenta que el café tiene un efecto importante en el sistema digestivo: favorece el tránsito intestinal. No está claro el motivo por el cual el café estimula la evacuación, pero la inmediatez del efecto sugiere que hay una conexión con el cerebro. Para bien y para mal. Tiene sus beneficios para quienes sufren de estreñimiento. Sin embargo, quienes lo beben antes de salir a correr, deben de ir al baño antes de salir por la puerta o identificar un baño en su ruta. 🏃🏻♀️
Levanten la mano lxs corredores o ciclistas que ya tienen sus baños identificados en la ruta. 🙋🏽♀️