Un producto tradicional de Oriente que, gracias a las dietas vegetarianas se ha popularizado en el Occidente. ¿Forma parte de tu dieta?
Para algunos puede parecer un alimento insípido que no merece la pena llevar al plato. Sin embargo, esa es una de sus grandes ventajas. El hecho de no aportar sabor, además de no desintegrarse con facilidad, lo hacen un ingrediente idóneo para combinar con muchos otros alimentos. Va de maravilla con las pastas, los arroces, las lentejas y los garbanzos. Basta con visitar un restaurante de comida india para sorprender nuestro paladar con un sinnúmero de recetas saludables que hacen del tofu un alimento irresistible. Hoy que comienza la celebración más importante de la India, El Diwali, pudieras ponerte las pilas en la cocina con alguna de las recetas de ‘comida india’ en @elcomidista.
Por otra parte, no es un producto caro y no se necesita tener muchas destrezas culinarias para cocinarlo. Como derivado de la soya que es, no tiene gluten y no tiene lactosa, por lo que, dentro de las intolerancias alimentarias es neutro
¿Aún no te convence? Hablemos de su valor nutricional: 👇🏽
Cada 3.5 onzas (100 gramos) de tofu aportan 6.6 g de grasa, 11.5g de proteína y 3.3 g de hidratos de carbono, lo que en términos calóricos proporciona unas 120 kcals.
La soya es la principal fuente dietética de isoflavonas, una clase de flavonoides con grandes propiedades antioxidantes.
Aparte de ser un alimento rico en fibra, calcio y en proteína de buena calidad, se ha demostrado que el consumo regular de tofu reduce los niveles de colesterol LDL y triglicéridos.
Sus grasas son principalmente poliinsaturadas y monoinsaturadas (de las más saludables) y al ser de origen vegetal no contiene colesterol.
El consumo de tofu, como sucede con los otros derivados de la soya, tiene un efecto protector en el cáncer de mama. Igual este mes de octubre #BreastCancerAwarenessMonth puede ser el momento idóneo para que lo pruebes sin aún no lo has hecho.
¿Algún punto negativo?
Aquellos que padecen de hipotiroidismo tienen que controlar la cantidad que consumen ya que se ha demostrado que la soya interfiere con la absorción de los medicamentos. Eso no significa que haya que eliminarla por completo, pero sí consumirla de forma moderada y dentro de una franja horaria lejos de cuando se toma la medicina. 😉