El consumo de alimentos saludables combinado con el control de las porciones, la actividad física y el manejo de la ansiedad son claves para controlar la prediabetes.

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés), la prediabetes es una afección grave en la que los niveles de azúcar en la sangre son más altos que lo normal, pero todavía no llegan a niveles lo suficientemente altos para que se diagnostique la diabetes tipo 2. “Cambiar los hábitos alimentarios para evitar las secuelas de la enfermedad es un reto y, a la vez, una gran oportunidad para no desarrollarla”, aseveró la licenciada en nutrición y educadora en diabetes, Carla de la Torre.

La dietista destacó que la prediabetes se puede erradicar, a través de la sana alimentación y el ejercicio. “No hay una dieta definida; sin embargo, comer más alimentos de origen vegetal viene acompañado de una extensa lista de beneficios, que incluyen: el control de la glucosa, mayor consumo de fibra, niveles más bajos de colesterol, menor resistencia a la insulina y mejor salud cardiovascular”, explicó de la Torre.

Por su parte, la nutricionista y dietista del Programa para la Prevención y el Control de la Diabetes del Departamento de Salud, Cinthia Santiago Díaz, coincidió en que no hay que tener una dieta estricta, sino combinar los cinco grupos de alimentos (frutos, cereales, vegetales, proteínas y lácteos), controlar las porciones y vigilar el método en que se preparan. De la Torre ofreció cinco herramientas que pueden aportar cambios sustentables para el control de la prediabetes:

  • Perder peso: Si se tiene sobrepeso, se recomienda perder al menos un 5 % del peso corporal. Perder peso es una manera efectiva de perder grasa abdominal y aumentar la sensibilidad a la insulina.

  • Ejercitarse: Numerosas investigaciones demuestran la importancia del ejercicio para la prevención y la revisión de la diabetes tipo 2. Tanto el ejercicio aeróbico como el de resistencia muscular ayudan a reducir los niveles de glucosa dentro de las células y mejoran la sensibilidad a la insulina. Además, puedes aumentar la actividad física espontánea. De hecho, caminar o dar un paseo después de comer facilita la digestión y ayuda a quemar más calorías.

  • Eliminar las bebidas azucaradas: No aportan ningún beneficio a la salud. Incluidos los jugos hechos en casa o los jugos prensados en fríos, conocidos como cold pressed. Aunque no incluyan azúcares añadidas, desde el punto de vista nutricional, ingerir jugos no es sinónimo de comer fruta. En cambio, al degradar todos los componentes de la fruta para preparar un jugo, sus azúcares quedan “libres” y se comportan de manera similar a los azúcares añadidos. Además, masticar la fruta sacia más, y, como tarda más en digerirse y metabolizarse, la glucosa en sangre aumenta de manera gradual, lo que no sucede al beber jugo.

  • Reducir las porciones de alimentos: Si bien es cierto que la calidad es más importante que la cantidad, cuando se procura perder grasa corporal y controlar la glicemia, las cantidades que nos servimos juegan un rol fundamental. Para esto, puedes usar el método de la mano o el plato de Harvard; ambos son excelentes guías.

  • Comer más alimentos naturales y menos ultraprocesados:Más de la mitad de las calorías que se consumen proceden de alimentos ultraprocesados: cereales de desayuno, snacks, carnes enlatadas y galletas, entre otros; es decir, de fórmulas industriales que combinan grandes cantidades de azúcar, sal, aceites y otros aditivos. Lo más preocupante, mencionó de la Torre, es que, al ser económicos y prácticos, cada vez se normalizan más. Son los principales sospechosos en la crisis de la obesidad.

De la Torre sostuvo que una cuarta parte de las personas que presentan un cuadro clínico de prediabetes desarrollarán la condición dentro de un período de tres a cinco años. “Implementar cambios conductuales que sean sostenibles a largo plazo es determinante para los prediabéticos. Por eso, es importante proporcionarle al cuerpo alimentos en su estado natural, nutritivos y mantener al margen los procesados chatarra”, detalló.

De igual forma, Santiago Díaz exhortó a realizar una constante retrospección de lo que se consume a diario. “Crear esa conciencia que lleva a sustituir las galletas por vegetales o frutas frescas. Al igual que manejar la ansiedad que lleva a consumir más cantidad de alimentos que no son saludables”, concluyó.


septiembre 15 2022, El Nuevo Día