¿Sube el colesterol el marisco?
Si bien es cierto que los mariscos contienen colesterol, te tengo buenas noticias: ni todos los tipos de marisco presentan cantidades exorbitantes de colesterol, ni tiene por qué ser preocupante su consumo ocasional, ya que el marisco también contiene ácidos grasos Omega 3, cardiosaludables. Es decir, por un lado aporta colesterol, que es una “grasa mala”, pero también aporta una “grasa buena”.
En concreto, ¿cuánto tienen ? Veámoslo por porción de 3.5 oz o 100g:
- Calamares: Se llevan el podio, 220 mg.
- Camarones/gambas: Otro de los más copiosos, 200 mg. El colesterol se concentra en la cabeza, así que puedes pensártelo dos veces antes de chuparla, y, por otra parte, toma en cuenta que ahí también es dónde se acumulan los metales pesados.
- Langosta, unos buenos 150 mg.
- “King crab” o el cangrejo de mar: De los mariscos es el que menos contiene, 100 mg. Es rico en vitamina E (antioxidante).
- Mejillones: Aportan unos 60 mg de colesterol. Son ricos en selenio (antioxidante) y en hierro.
- Almejas y ostras: Su contenido de colesterol es bajo, 45 mg.
- Pulpo: Es bajo en colesterol, 50 mg. También es bajo en grasas.
Entonces, ¿debo evitarlos si tengo hipercolesterolemia?
Los calamares, camarones y langostinos son los menos recomendables ya que poseen un contenido elevado. Se pueden comer, pero no a diario. Y por supuesto, olvídate de los mariscos fritos y acompañados de salsas cremosas totalmente innecesarias. Lo mejor es optar por comerlos a la plancha.
Por otra parte, los moluscos (almejas, mejillones, vieras) no son una preocupación. Su contenido de colesterol es significativamente menor. Y, por último, considera que lo que más afecta el colesterol sanguíneo, no es la ingesta de colesterol dietario, sino el consumo de las grasas saturadas y las grasas trans. Esas grasas “malas” que sirven como materia prima para que nuestro cuerpo produzca colesterol.
Antes de preocuparte por los mejillones del fin de semana, preocúpate por evitar:
- las carnes procesadas y los embutidos
- los quesos grasos
- la mantequilla, margarina y el aceite de coco
- los “snacks” industriales
- las salsas cremosas
- el alcohol
A propósito, ¿cuál es tu 🦐 favorito?