Sí, pero antes, considera todos los sentidos.

Estamos todos en las mismas. Encerrados y tentados a comer de todo y cuando sea. Lo primero es aceptar que estamos vulnerables, con mucha incertidumbre con la propagación de este virus, algo nuevo para muchos e inimaginable. Es así ahora y pasará, y dentro de esta fragilidad emocional tenemos el derecho de buscar compañía, confort y es normal que queramos darnos caprichos. ¡Eso está bien!

Sin embargo antes de que te des ese capricho quiero recordarte que además del gusto, tenemos otros 4 sentidos por los cuales podemos experimentar placer. Considéralo todo. 😉

Busca la belleza a través de la vista. Puedes salir a tu balcón y contemplar los árboles. También puedes ponerte a redecorar tu casa, rodearse de cosas bellas te conecta con el placer.

Mima tu oído. Ahora podemos alejarnos de los ruidos pesados del tráfico y demás. El silencio de por sí ya es terapéutico o también puedes escuchar esa música que ayudará a serenarte.

Privilegia el olfato. Cuando los aromas penetran tu nariz envían señales al cerebro sin que intervenga el filtro de la razón, impulsando reacciones emocionales. Puedes encender ese incienso de sándalo que te relaja.

Siente a través de tu órgano más grande. La piel te permite materializar tu ternura a través del tacto. Sin duda puedes explorarlo a través del baile y del movimiento. También puedes salir a tu terraza a trabajar en esas plantas que tienes algo abandonadas.

Y por supuesto que a través del gusto puedes apreciar ricos sabores. Presta atención a lo que comes y tómate el tiempo necesario para degustar de manera consciente.

Tus necesidades son más importantes que cualquier régimen que estés llevando. No pasa nada si en estos días hay más caprichos de lo habitual, lo importante es que lo hagas conscientemente y usando la creatividad.

¿Qué capricho te darás hoy?