Yo tendría como 15 años cuando le hice está pregunta a mi abuela.

Ella salía de su cita con el cardiólogo, quien le había recomendado desayunar avena todos los días para bajar sus niveles de colesterol. En la consulta, mi abuela le preguntó cómo funcionaba la avena para lograr eso. El médico le dijo: “Sencillo, cuando desayunas avena no comes huevo, y por eso te baja el colesterol”. ¡Un campeón! 🤣

Bueno, pues por si acaso algunos de ustedes visitaron a ese mismo cardiólogo, les voy a explicar mejor cómo funciona la avena.

Primero hay que tomar en cuenta de qué avena estamos hablando. Si se quieren aprovechar las bondades de la avena para este propósito, hay que usar las hojuelas integrales, nada de esos productos instantáneos ni ocho cuentos.

La avena es un cereal rico en nutrientes, entre ellos la fibra soluble y en particular el betaglucano. Debido a las características fisicoquímicas del betaglucano, se entiende que esta fibra, al llegar al intestino, se vuelve pegajosa, atrapando el colesterol y evitando que se absorba. Así, en lugar de llevar ese colesterol al torrente sanguíneo, el cuerpo se deshace de él como un desecho.

¿Qué cantidad es necesaria?

Consumir entre 5 y 10 gramos de fibra soluble al día ayuda a reducir el colesterol. Una porción de avena en el desayuno proporciona aproximadamente 3-4 gramos de fibra. Si le añades frutas, incrementas esa cantidad; y se le agregas unas nueces o semillas, ya estás a otro nivel.

¿Cómo incluir la avena en nuestra dieta?

  • En la típica crema de desayuno (con la mínima cantidad de azúcar, porfa)
  • En un bowl con yogurt y frutas (siempre será mejor que la granola)
  • En batidas con frutas
  • En barritas energéticas con frutos secos
  • En galletas y bizcochos
  • Puedes preparar hasta un risotto con avena en lugar de arroz
  • ¡Hasta en la sopa!

Yo me la como con bebida de almendras o de soya, canela, guineo, pasas y nueces molidas. ¿Y tú, cómo la comes?