El aceite de oliva, un oro líquido y una bomba calórica
¿Comes saludable, cocinas siempre en casa, pero la pesa no lo refleja? ¿Es posible engordar aún cuidando la alimentación? Esta situación me la encuentro a menudo en consulta y el reto consta en encontrar esos pequeños errores. Si te identificas, tranquil@, esto suele ser algo fácil de enmendar.
Hoy te cuento un error clásico. Pasarse con el aceite de oliva. Este aceite, como todos, aporta 9 calorías por cada gramo ingerido y una cucharada supera las 100 calorías.
⚠️ Atención a tu ensalada. Añádele todos los vegetales que te gustan, pero cuidado con el aceite, no es libre. Sabemos que el aceite de oliva es un ingrediente clave en la prevención de enfermedades cardiovasculares, pero el exceso sin duda alguna conduce al aumento de peso. Piensa, ¿cuántas cucharadas has usado hoy? Bueno, pues multiplica eso por 100. Un montón, ¿verdad?
Por nada del mundo pienses que te recomiendo dejar el aceite de oliva, sin embargo, te exhorto a que midas la cantidad que usas y antes de añadirlo a tus ensaladas controles la cantidad para que no se multipliquen exponencialmente las calorías. De hecho, en las dietas hipercalóricas dirigidas a aquellos que quieren ganar peso, una de las recomendaciones que ofrezco es que se añada aceite de oliva a la comida ya servida.
Lo contrario tampoco es aconsejable. Eliminar los aceites del todo no es saludable. Algunas vitaminas son transportadas por grasas, por eso se les llaman vitaminas liposolubles y en presencia de una grasa, como el aceite de oliva, se absorben mucho mejor. Tanto la vitamina E de los frutos secos; la vitamina K de los vegetales de hoja verde; la vitamina D del atún, el salmón y las setas; como la vitamina A presente en el tomate, la calabaza y la zanahoria; se absorben mejor en presencia de aceite de oliva.
¿Cuántas cucharadas al día? Depende de tus necesidades calóricas, pero un número razonable es 1 cucharada por comida. Y considera que si lo conviertes en una vinagreta, mezclado con vinagre o jugo de limón, hierbas y ajo, la densidad calórica por cucharada será mucho más baja.