La sal rosada tiene un color muy bonito. Más nada.
Y por supuesto, cuesta más del doble que la sal común de mesa. ¿Vale la pena? 🤔
Aporta aproximadamente la misma cantidad de sodio que la sal de mesa. La sal del Himalaya es muy similar químicamente a la sal regular. Contiene ~98% de cloruro de sodio y el otro 2% se compone de otros minerales como hierro, potasio, magnesio y calcio. La diferencia principal está en la presencia de esos minerales que son los que le confieren el color rosa y el sabor. Sin embargo, las cantidades son insignificantes y no provocan ninguna diferencia positiva en nuestra salud.
Por otra parte, la sal rosada puede contener algo de yodo, pero probablemente mucho menos que la sal yodada. Aquellos en riesgo de deficiencia de yodo deben buscar otras fuentes de este mineral si están sustituyendo la sal de mesa por la sal rosada.
No importa si es sal de mar o si viene de una mina. Cualquiera que sea el origen de la sal tiene un alto contenido de sodio y en exceso provoca hipertensión arterial y aumenta el riesgo de accidentes cerebrovasculares. Según la Organización Mundial de la Salud, las enfermedades cardiovasculares son la mayor causa de muerte en todo el mundo y la hipertensión arterial es el factor de riesgo más importante de carga de enfermedad. Uno de los principales determinantes implicados en el origen de la hipertensión arterial es el excesivo consumo de sodio, que se ingiere en la dieta en forma de cloruro sódico (sal común). Para prevenir la hipertensión arterial, la OMS recomienda que la ingesta máxima de sal diaria sea de 5 gramos, de modo que por cada 2.5 g de sal se toma 1,000 mg de sodio.
Mi recomendación
En lugar de enfocarte en la sal que compras, procura consumirla en menos cantidad y asi controlarás la ingesta de sodio. Una buena alternativa para depender menos de la sal en la cocina es añadir más hierbas y especias.
Sustitutos de la sal en la cocina. Además del ajo y la cebolla, están las hierbas aromáticas o especias que contribuyen a darle un toque especial a las comidas.
Tomillo. Perfecto para los pescados, vegetales y vinagretas.
Orégano. Un buen sustituto en las pastas y carnes.
Cilantro. Un sabor fuerte un tanto amargo perfecto para las salsas y sopas.
Perejil. Hierba que aporta frescura, buena como toque final para ensaladas y aromatizante de arroces y carnes.
¿Para qué te digo esto? Invierte tu dinero en alimentos que realmente hagan la diferencia. Muchos piensan que comer saludable es muy costoso pero si tenemos claro el verdadero valor nutricional de lo que compramos podemos tomar decisiones más inteligentes en nuestra compra. La sal rosada bajo ningún concepto debería competir $$$ con las carnes más bajas en grasas, las frutas, los granos enteros, los frutos secos y los vegetales. 😉