¿Te preocupa estar comiendo en exceso durante la cuarentena?
Haces bien en considerarlo. Lo primero que tenemos que hacer es ser conscientes que estando todo el día en casa, independientemente que hagamos ejercicios, llevamos una vida sedentaria. Hemos eliminado casi del todo las actividades espontáneas, tan importantes como el ejercicio en sí para mantener un equilibrio energético.
Y lo segundo, que esto va pa’ largo y amerita poner en práctica estrategias para minimizar la ganancia de grasa corporal. En un típico evento de excesos de unas semanas, como ocurre en unas vacaciones, podemos luego remediar pero cuando es un estresor a largo plazo las repercusiones son mayores a nivel metabólico. ¡Así que manos a la obra!
✔️ Los atletas, consideren una moderada reducción en su ingesta corrigiendo por un menor gasto calórico sin comprometer la masa muscular. Un ajuste de ~15%, esto hay que evaluarlo a manera individual, yo me encargo.
✔️ No compres alimentos hiperpalatables ricos en: sodio, grasa y azúcar, el temible trio que cuando pruebas, siempre quieres comer más.
✔️ Usa los sabores a tu favor. Sabes que cuando estás comiendo un plato de papa majada con pollo llega un momento que te te aburres de comerlo. Pero eso no pasa cuando vas a un buffet y te sirves de todo. ¿Cierto? Variar los sabores es un truco maravillosamente útil. Para las comidas prepara dos vegetales diferentes (colores, texturas y sabor) no te aburrirás de comerlos y no te quedará espacio para los alimentos más densos en calorías.
✔️ Nunca muy lleno, nunca con mucha hambre. Haz las comidas principales del día pero prueba cambiar el reparto calórico.
✔️ Bebe agua durante todo el día manteniendo tu estómago bastante ocupado.
✔️ Divide tus entrenamientos: la mañana aeróbico y la tarde fuerza. El ejercicio desvía la atención de la comida y lo más importante: único estimulo que te permitirá mantener el músculo.
Y procura entretenerte con tareas gratificantes desplazando pensamientos negativos que inducen el hambre emocional.
Cuéntame, ¿qué haces tú?