La dieta flexitariana se puede definir generalmente como una dieta vegetariana con niveles moderados de ingestión de productos animales.

¿En qué se basa? En la idea de que podemos recibir los beneficios para la salud de una dieta vegetariana sin ser 100% vegetarianos.

Según la dietista y autora del libro que como título hace referencia a esta dieta, D. Jackson Blatner, puedes progresar con este tipo de alimentación siguiendo esta guía:

  • Principiante: 6–8 comidas sin carne / 21 comidas totales a la semana
  • Avanzado: 9–14 comidas sin carne / 21 comidas totales a la semana
  • Experto: >15 comidas sin carne / 21 comidas totales a la semana

Un ejemplo de mi menú diario como experta:

  • Desayuno: Avena con bebida de almendras, nueces y papaya
  • Merienda: yogurt griego con pasas
  • Almuerzo: Sopa de lentejas con calabaza, apio y zanahorias
  • Merienda: pan integral con alfalfa y hummus
  • Cena: Ensalada de espinacas con cebolla, tomate, remolacha y atún

¿Beneficios para la salud? ¡Tantos! Comer más alimentos de origen vegetal puede reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular. ¿Cómo? Los efectos protectores de los alimentos de origen vegetal se deben a los múltiples nutrimentos beneficiosos que contienen: los ácidos grasos mono y poliinsaturados, ácidos grasos omega-3, vitaminas antioxidantes, minerales, fitoquímicos y fibra. 

La dieta flexitariana ofrece una manera de pensar de manera diferente, con pequeños ajustes, asequibles para todos, por así decirlo. Permite flexibilidad, lo que resulta muy atractivo para aquellos que buscan un camino hacia una mejor alimentación sin reglas muy rígidas. Comer de forma más sana no tiene que ocurrir de la noche a la mañana y en el proceso es importante encontrar estrategias que nos funcionen. Si estás buscando una opción dirigida hacia los productos de origen vegetal pero que te permita ocasionalmente darte un gusto comiendo alguna carne, la dieta flexitariana es para ti. Y un buen comienzo puede ser el lunes. #LunesSinCarne