Se puede y es saludable.

Hay por ahí algún mito que dice que freír con aceite de oliva es perjudicial para la salud. Uno de ellos dice que al freír con este aceite se van sus beneficios.  Nada de esto es cierto. Como se ha demostrado en diversos estudios, la ventaja de usar aceite de oliva es que conserva muy bien sus propiedades nutricionales en las frituras. Es un aceite capaz de soportar altas temperaturas sin descomponerse ni perder sus propiedades.

Mito # 1: El punto de ahumado del aceite de oliva es demasiado bajo para freír. El punto de humo es la temperatura a la que el aceite comienza a humear y que, alcanzada esta temperatura hace que se queme. El punto de ahumado del aceite de oliva virgen extra está entre 380 ° F (193 ° C) y 410 ° F (210 ° C), dependiendo de las impurezas. Mejor es la calidad, mejor resiste la temperatura.

Mito # 2: Las temperaturas de fritura cambian el aceite de oliva de  “bueno” a " malo “. El calor necesario para elevar la temperatura del aceite de oliva lo suficiente como para freír un alimento no cambia la composición química del aceite de oliva. Su elevado punto de humo, a diferencia de otros aceites, le confiere resistencia a la degradación y no produce sustancias tóxicas.

Hablemos de calidad: El extra virgen es el de primera calidad. Se considera, literalmente, el jugo de las aceitunas. Una buena pista es su elevado precio. Para llevar esa calificación tan rigurosa tiene que haberse elaborado con ciertos estándares muy exigentes y con unas aceitunas perfectas para que no queden residuos que con el tiempo lo deterioraren. Este aceite tiene un alto contenido de antioxidantes naturales, que contribuyen a que se degrade menos y más lentamente que otros aceites vegetales. Además es más estable conservando todos los nutrientes por más tiempo.

El segundo en calidad es el aceite de oliva virgen. En su extracción no interviene ningún elemento químico, sin embargo, se  hace con unas aceitunas más maduras y sin las exigencias de limpieza y cuidado que se aplican en el extra virgen. Pero sigue siendo súper saludable.

Y por último está el aceite de oliva, tal cual. Este se hace a partir de olivas que ya no están en muy buen estado) y que no es apto para consumir hasta que se ha refinado. Una vez procesado, se mezcla con cierta cantidad de aceite virgen para mejorar su sabor. ¿Saludable? Si. Todos los aceites que se hacen con aceitunas contienen un buen perfil de grasas saludables, es decir, protectoras a la salud cardiovascular. Sin embargo, que el  extra virgen contiene más antioxidantes y un sabor inigualable. 

Otros mitos:

Cuanto más verde y oscuro, mejor. En realidad esto depende de la variedad de aceitunas, el clima, el momento de la recolecta y el tiempo transcurrido hasta que se llevan al molino.

El aceite virgen extra no se usa para freír. La razón principal por la que lo establecimientos no lo hacen, es porque resulta mucho más caro que cualquier otro. 

Ah por si las dudas, el aceite no es como el vino. Todo lo contrario, cuanto antes se use, mejor. 😉