¿Piensas así?
Cierto, una al año no hace daño. El problema está cuando esta frase se repite a lo largo de la semana y pensamos que si lo hacemos a diario tampoco va a pasar nada y que ya iremos compensando.
Ya sea con una alcapurria, con un refresco, con una dona o con un croissant, cada “pequeño” desarreglo en nuestros hábitos alimentarios suma, y poco a poco estas triviales decisiones tienen un gran impacto en nuestra salud. Y si eres de los que come fuera de casa todos los días, este dicho ya ni lo tienes que verbalizar porque es muy probable que tengas conflictos con tu dieta cotidianamente.
Yo como nutricionista, amante de la comida y la buena vida, diría que una vez al mes (un alimento conflictivo y poco saludable) no hace daño y puede que algunos se sientan mentalmente despejados de la rutina dietética. ¡Al mes, si, al mes!
Aléjate de los alimentos insanos y cuando los consumas atiende las señales que tu cuerpo te comunica en relación a su ingesta. Tu cuerpo claramente te dejará saber si le hace bien o le hace mal.
Disfrutar una vida sana depende de ti y de esas constantes pequeñas decisiones que tomas a diario en tu alimentación.