Carcinógenas para los Humanos

La carne procesada es aquella que ha sido transformada a través de la salazón, el curado, la fermentación, el ahumado u otros procesos para mejorar su sabor o su conservación. Son principalmente elaboradas de carne de res y de cerdo; “bacon”, butifarra, cecina, chistorra, chorizo, fuer, jamón cocido, jamón curado, morcilla, mortadela, salami, salchicha, sobrasada, entre otras.

Los cárnicos procesados eran parte fundamental en la dieta de antaño. Este medio permitía a las familias conservar durante mucho tiempo las carnes al utilizar sal, nitritos y otros conservantes, algo innecesario en la actualidad. El elevado consumo de carnes procesadas hoy en día es por costumbre y placer, no por necesidad.

Según un panel de expertos de la OMS (Organización Mundial de la Salud), comer carne procesada como salchichas, hamburguesas o embutidos aumenta el riesgo de sufrir cáncer y lo incluye en el grupo de sustancias más peligrosas para la salud junto con el humo del tabaco, el alcohol, el plutonio o el aire contaminado.

Existe suficiente evidencia científica de que su consumo está relacionado con enfermedades cardiovasculares y con el cáncer colorrectal. Sin embargo, aunque no está claro qué explica el riesgo de cáncer, es conocido que a mayor su consumo, mayor el riesgo de padecerlo y existen estudios apuntando a no superar los 20 gramos (0.70 onzas) diarios.

El consumo ocasional no te mata, pero no deben ser parte de tu dieta. ¿Te gusta comerlas en los sándwiches? Puedes sustituirlas con; hummus, mantequilla de almendras y/o maní (cacahuete), queso fresco, vegetales, ensalada de huevo, aguacate y vegetales.