Un par de consejitos para tu alimentación:
Procuremos que la alimentación en días de ciclismo no esté repleta de alimentos pobres en nutrición. Busquemos las vitaminas y antioxidantes en los alimentos. Por lo mismo, una batata es mejor que un gel, un guineo, mejor que unas galletas dulces.
Los alimentos ricos en antioxidantes ayudan a minimizar el estrés causado por el entrenamiento. El ejercicio provoca la producción de radicales libres, los alimentos ricos en antioxidantes los neutralizan. ¿Qué tal una pasta con muchos vegetales luego de la corrida? O un buen plato de avena con almendras, blueberries como desayuno antes de arrancar.
La prioridad durante el esfuerzo es consumir “carbohidratos” con un poco de proteína. Que quede claro :-D
Mientras en la bicicleta, el máximo que el cuerpo puede absorber son 90 gramos de carbohidratos, aproximadamente 360 calorías por hora. Si te excedes de esto, náuseas y demás. Por lo mismo, planifica y organiza esta ingesta. No te quedes corto y quieras compensar a mitad de camino comiendo en exceso.
Hidrátate. Una buena meta, una botella (24 onzas/750 ml) por hora. Pero claro, esto depende del peso del atleta, condiciones de clima, humedad, etc.
Luego del evento, ¡a comer! De todo un poco más. Balance es la clave. No olvides las frutas y vegetales, esos antioxidantes que reparan el sistema inmunológico, clave para entrenar fuerte mañana.
Procura comer durante el día, para mantener las reservas de glucógeno bien abastecidas.
Reduce o elimina el alcohol, son calorías huecas, e impide reponer glucógeno eficientemente.