El consumo de carne en nuestra dieta actualmente es exagerado y tiene unas repercusiones negativas a la salud y al medio ambiente. En los países desarrollados se consume hasta cuatro veces la cantidad de carne necesaria para el organismo y la mayoría de las personas desconocen esto. Este exceso tiene como resultado una sociedad con alta incidencia de cáncer, diabetes, enfermedades del corazón y obesidad.
La OMS atribuye unas 50,000 muertes anuales por cáncer a las dietas ricas en carnes rojas. El 21% de los cánceres intestinales son atribuibles a las carnes rojas y procesadas.
Por otra parte la FAO (Organización de Alimento y Agricultura de Naciones Unidas) señala que las emisiones de gases de invernadero asociadas a toda la cadena de producción de carne representan una quinta parte de las emisiones totales. Un 18% de las emisiones provienen de la deforestación provocada por los criadores de ganado y la producción y transporte de la carne. En adición, se desperdician enormes cantidades de agua. El planeta enfrenta grandes desafíos al estar agotando sus recursos y la producción de carne actualmente no es sostenible representando una gran amenaza.
Sin embargo, por mucho tiempo hemos sido bombardeados con la idea de que consumir más proteínas animales es beneficioso a la salud, en la pérdida de peso e incluso a reducir el riesgo de desarrollar síndrome metabólico y diabetes. Del mismo modo, en el mundo del fitness se le otorgan unos mágicos poderes a las proteínas, lo que sin duda tiene muy nutrida a la industria de la carne. Recientemente se ha despertado una mayor consciencia por una alimentación ecológica y como nutricionista es mi responsabilidad orientarte y desmentir estos mitos para que tomes sabias decisiones sobre tu dieta.
“Las sociedades deberían trabajar de forma conjunta para cambiar la percepción de que la carne roja es el pilar de una dieta sana y próspera”. Joan Sabaté.
¿Y qué es la carne roja? Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), es toda carne muscular de los mamíferos, incluyendo carne de res, cerdo, ternera, cordero, caballo y cabra. También puede definirse como cualquier carne que tenga un color oscuro cuando está cruda.
En un reciente estudio que investigó la relación que tiene la ingesta dietaria de proteína en la pérdida de peso y la sensibilidad de la insulina se encontró que los sujetos que adoptaron una dieta balanceada moderada en proteína perdieron peso y experimentaron un 25-30% de aumento en la sensibilidad a la insulina. Sin embargo, el grupo que perdió peso con una dieta alta en proteína perdió peso de igual manera pero no mostró cambios en la sensibilidad a la insulina. Tener una buena sensibilidad a la insulina tiene un sin número de beneficios, entre éstos, la prevención a problemas del corazón.
“Nada beneficiará tanto la salud humana e incrementeará las posibilidades de supervivencia de la vida sobre la tierra, como la evolución hacia una dieta vegetariana”. Albert Einstein
¿En qué consiste una dieta vegetariana?
Una dieta vegetariana es un régimen alimentario que tiene como principio la abstención de carne y todos los alimentos que provengan de origen animal. Esta dieta provee muchos beneficios a la salud al incluir alimentos naturales y frescos, ricos en nutrientes y antioxidantes y menos productos nocivos. Además suministra un alto contenido de fibra que beneficia el tránsito intestinal y previene el estreñimiento. Ocasiona menos índices de obesidad, diabetes, hipertensión arterial y cáncer.
Dentro de la práctica vegetariana hay distintos tipos y grados. Entre éstas se encuentran; lactovegetariano, ovovegetariano, lacto-ovo-vegetariano, pescovegetariano y estricto vegetariano. Este último, también conocido como vegano no consume productos que contengan ingredientes derivados de los animales (como el huevo o los lácteos). Cualquiera de estas practicas que se dirija a un menor consumo de carnes y un mayor consumo de vegetales es una decisión inteligente y responsable ante nuestra dieta actual.
Consejos para una Alimentación vegetariana saludable
- Las necesidades de proteinas pueden satisfacerse fácilmente al consumir varios alimentos de origen vegetal. Las fuentes de proteinas para los vegetarianos incluyen las legumbres, las nueces y los productos de soja.
- Puedes satisfacer los requerimientos de calcio al consumir leche de soja y/o de almendras fortifacada, jugo de naranja fortificado con calcio y algunos vegetales de hoja verde oscuro.
- La vitamina B12 en su estado natural se encuentra únicamente en productos derivados de animales. Los vegetarianos deben elegir alimentos enriquecidos como cereales, productos de soja o tomar algun suplemento de vitamina B12 evaluado por su dietista y/o médico.
- Las habichuelas, los garbanzos, la espinaca, el quinua, el trigo integral y las frutas secas son fuente excelente de hierro. Acompañarlos con alguna fuente de vitamina C facilita su absorción.
Para reducir los efectos negativos de tanta carne sobre la salud humana y su impacto ecológico, tenemos que asumir una actitud responsable. Todos los días tenemos la oportunidad de tomar decisiones en nuestra alimentación, todos los días podemos hacer una diferencia para vivir en armonía con el planeta.