Luego de almorzar entre las 12-2 de la tarde transcurre mucho tiempo hasta que podemos cenar. Son pocas las personas que logran hacer su comida antes de las 6 de la tarde, como suele recomendarse y cuando la hacen a las 8 de la noche, sin duda que hay hambre, provocando una ingesta excesiva de calorías que redundan en aumento de peso.

Aun haciendo alguna merienda durante la tarde, esto no logra apaciguar el apetito atroz que sentimos al llegar a la casa. Por lo mismo, en lugar de recomendar una merienda de barritas de cereal, o frutas, recomiendo hacer un segundo almuerzo. ¿De qué consta? Podemos adelantar esos farináceos (carbohidratos) de la comida a este momento y prepararnos un sándwich completo en pan integral de; ensalada de atún, pollo y espinacas, hummus y zanahorias, jamón de pavo, mozzarella y tomate, crema de espárragos hecha con yogurt griego, o una refrescante ensalada de granos con queso fresco del país. Las alternativas son innumerables, se trata de comer “comida”, y no bolsitas y meriendas que carecen de nutrición y que nunca nos satisfacen.

Hacer un segundo almuerzo te permite tener energía para las horas extendidas en la oficina y para realizar el ejercicio al finalizar el día. Cuando lo hagas, procura solo consumir una proteína con vegetales en la comida de la noche tarde, ya que le tomaste “prestados” los farináceos a esta.

Pruébalo y me cuentas…