Nuestra habilidad para mantener y formar el tejido muscular está relacionada con el ejercicio que hacemos a diario y con los alimentos que consumimos.

El ejercicio estimula el músculo para producir proteínas en las fibras musculares más específicas, para recuperarse y crecer más fuerte para la próxima sesión de entrenamiento. Este proceso de adaptación es el camino a seguir para desarrollar la masa muscular, así como la fuerza y la resistencia. Comer la cantidad adecuada de proteínas después de tu entrenamiento es la clave para desencadenar y maximizar los procesos de recuperación y crecimiento muscular. El consumo de proteínas justo después del entrenamiento, aumenta la síntesis muscular mediante el aumento de los aminoácidos en el plasma. Con más aminoácidos “bloques de construcción” disponibles para formar las proteínas, tu cuerpo es capaz de acelerar la recuperación, el desarrollo de la masa muscular y responder mejor a los estímulos.

La cantidad de proteína necesaria para maximizar la respuesta al ejercicio se encuentra en el rango de los 20 a los 25 gramos.  Mayores cantidades de proteínas simplemente se utilizan como sustrato energético. El período de tiempo dentro del cual consumes proteínas luego de hacer actividad también es importante. Se ha encontrado que el proceso mediante el cual el cuerpo comienza a sintetizar nuevas células con proteínas y se deshace de las viejas, ocurre a una velocidad mayor dentro de la hora que le sigue a la actividad o rutina de entrenamiento.