Lunes sin Carne es un movimiento global que invita a los consumidores tomarse un descanso de los productos cárnicos al menos un día a la semana para ayudar a los animales y al planeta, y mejorar la salud humana.
La ONU, a través de su Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO), publicó el informe “La larga sombra del ganado” (2006), el cual determinó que el 18% de todos los gases de efecto invernadero a nivel mundial provienen de la industria ganadera. Esto supera incluso a todos los medios de transporte del planeta, y sitúa a la ganadería como el principal responsable del calentamiento global. Por eso, en un sólo día sin carne, cada persona reduce su huella de carbono en un 12%.
En otro informe titulado “Enfrentando el cambio climático a través de la ganadería”(2013), queda claro que las medidas actuales de los gobiernos no son suficientes; con las actuales promesas de los países para reducir las emisiones de estos gases, no se logrará más que un tercio de las reducciones necesarias para impedir un aumento de 2 °C de la temperatura mundial antes de finales de 2020. Por eso es necesario que entre todos nos hagamos responsables del problema y cambiemos nuestros hábitos de consumo al menos un día a la semana.
Por otra parte, la cría de animales es una de las formas más ineficientes de producir alimentos. Para producir un kilo de carne, se utilizan entre 15 y 20 kilos de cereales, y 15.000 litros de agua. De esta forma, en un sólo Lunes Sin Carne puedes ahorrar el agua suficiente para 16 duchas.
Humane Society International alienta a los consumidores a practicar las tres Rs de la alimentación: Reducir el consumo de productos de origen animal, refinar la dieta al evitar los productos derivados de las granjas industriales y reemplazar la carne y otros productos de origen animal con opciones de origen vegetal.